Muchos de nosotros asumimos que los líderes en la iglesia deben tener algún tipo de credenciales profesionales para el ministerio, como ser formalmente ordenados o tener algún título de teología o seminario.  Al menos eso fue lo que pensé, pero ¿qué dice la Biblia al respecto?

Tenemos una tendencia de tratar a la iglesia como una institución, en lugar de una familia.

Quizás es por esto que suponemos que los líderes en la iglesia deben tener estas credenciales profesionales.  Al iniciar mi caminar cristiano y sentí de parte de Dios el involucrarme a servir a mi iglesia más y más, asumí que estudiar en un seminario tendría que ser parte de mi movilidad espiritual hacia arriba.  (En lugar de eso, paré yendo al Harvard Business School.)

¿Por qué es que los líderes empresariales se auto descalifican?

Estoy convencido de que existen al menos tres razones de por qué muchas personas con mentalidad empresarial no utilizan sus capacidades para el bien de la iglesia:

  1. Nadie les pide que lideren usando los dones que tienen.
  2. Compran la falsa dicotomía que separa el trabajo espiritual del secular, lo que los lleva a creer que solamente los roles «espirituales», como el predicar o dar consejería, son útiles en la iglesia.
  3. Asumen que la preparación teológica es un requisito esencial para los líderes en la iglesia.

Pensemos un poco acerca de esto.  ¿Será que algunos de estos tres escenarios resultan familiares? ¿Te ha dicho alguien alguna vez que tus dones son valiosísimos para la salud de la iglesa?  ¿Quizás te has auto descalificado porque no te sientes calificado para ayudar a liderar a tu iglesia ? ¿Has considerado lo que la Biblia dice al respecto? Veamos.

¿Qué dice la Biblia acerca de los requisitos para un obispo?

La Biblia claramente describe los requisitos que uno debe llenar para poder ser un obispo (líder) en la iglesia, y dentro de esos requisitos, no encontramos que se necesite un título en teología.  En primer lugar, 1 Timoteo 3:1-7 comienza diciendo: «La siguiente declaración es digna de confianza: «Si alguno aspira a ocupar el cargo de anciano en la iglesia, desea una posición honorable».»  De acuerdo a Dios, esta es una ambición honorable.  El pasaje sigue ampliando detalles, explicando que un obispo/anciano/líder (en griego episkopos ) debe ser:

  • Intachable
  • Esposo de una sola mujer
  • De mente sobria
  • Con dominio propio
  • Respetable
  • Hospitalario
  • Capaz de enseñar
  • No borracho
  • No violento sino gentil
  • No dado a pelear por todo
  • Alguien que no ame el dinero

Además de esto, un obispo/anciano/líder debe:

  • 4Debe dirigir bien a su propia familia, y que sus hijos lo respeten y lo obedezcan. 5Pues, si un hombre no puede dirigir a los de su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?
  • 6Un anciano no debe ser un nuevo creyente porque podría volverse orgulloso, y el diablo lo haría caer.
  • 7Además, la gente que no es de la iglesia debe hablar bien de él, para que no sea deshonrado y caiga en la trampa del diablo.

¿Vemos en estos requisitos algo acerca de haberse memorizado cierta cantidad de versículos bíblicos o de tener algún título en teología?

No precisamente.

¡Puede ser que ya cumplas con los requisitos!

Lo que califica a un obispo/anciano/líder tienen poco que ver con lo que un hombre hace en la iglesia, y todo que ver como como se conduce «en su casa, con su familia y en su mundo con sus vecinos y compañeros de trabajo.»

En pocas palabras, un obispo/anciano/líder es un hombre que ama a Jesús y vive su vida en un gratitud, adoración y obediencia; es un hombre que lidera a su familia y que se preocupa lo suficiente por su iglesia que desea ayudar y aportar.

En otras palabras, si puedas afirmar todos los criterios mencionados arriba -si amas a Jesús, tu familia y tu iglesia- muy bien podrías estar calificado para servir en liderazgo como obispo/anciano.  Es tan sencillo como eso.

Si te sientes llamado al ministerio, pero siempre has pensado que eso es para alguien más -«para aquel tipo, no para mí»- entonces espero que estas palabras te den esperanza y sean de confirmación.  Tú y los dones que el Espíritu Santo te ha dado y con los que te ha facultado son justamente eso: dones para la iglesia.

(Traducido del artículo «Jesus Wants Business Leaders» disponible en inglés aquí.)

 

Una respuesta a “Jesús Busca Líderes Empresariales”

  1. Gracias Juan, sin duda un aporte para buscar mayor claridad y madurez del cristiano en estos menesteres

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